miércoles, 12 de agosto de 2009

La primera noche del diego y su amor

Aunque no lo crean, los genios también rememoran instantes de su vida, no solo piensan en lo que pueden hacer o lo que van a crear. Diego Maradona, uno de los seres humanos que pertenecen a esa clase privilegiada, también entró a la dimensión del tiempo y recordó su primer amor. ‘La primera pelota que tuve, fue el regalo más lindo que me hicieron en mi vida. Lo hizo Beto Zárate, el hijo de la tía Dorita. Era un balón número 1 de cuero. Dormí toda la noche abrazado a él’.
La pureza de sus cinco años lo llevaba a hacer esas ‘locuras’ por ese objeto redondo que lo hacía feliz. El ‘Pelusa’ sabía lo que era el primer amor, su primer encuentro íntimo con el ser querido.
¿Se puede tener esa actitud?. Lo único que recuerdo, que la primera vez que comenté lo mucho que esa chica me gustaba, mis más cercanos amigos me comentaron que estaba linda y tenía buen cuerpo. Pero yo solo quería bersar su hombro y dormir junto a ella, despertar juntos con la llegada del nuevo día y regalarnos una sonrisa en vez de un clásico y aburrido ‘buenos días’.
Pero esta noche hace mucho frío, tengo metidas las manos dentro de los bolsillos del jean y de rato en rato juego a botar mi aliento que parece que expulsara humo de mi boca.
La altura de Cerro de Pasco no hacía estragos en mí, tampoco a ella. Caminábamos riendo, sin miedos pese a todo lo que se hablaba de esa ciudad. Era un reto estar allí, lo habíamos planeado. Sentados en un restaurante del centro de Lima, ella me había dicho que conocía casi todo el Perú, desde la convulsionada Ayacucho, también la temible Tocache, pero quería ir allá donde se podía vivir un mismo día truenos, lluvias y granizo.
En esos tiempos, la observaba con admiración. ‘Yawar fiesta’ de José María Arguedas era un libro que gustaba hablar pero ella siempre contaba de Henry Miller y eso provocó que vaya en busca del ‘Trópico de cáncer y de Capricornio’, sus obras maestras.
Ella me los relataba y solo la observaba, hipnotizado. Estaba enamorado, no tenía dudas. Todo en ella me parecía precioso, su falda larga con sus botas militares, sus miles de pulseras en las muñecas, su rostro sin pintar, sus uñas crecidas peor limpias. También esas lisuras cuando renegaba: ‘Me jode, todo me jode. Los policías de mierda que piden plata a los microbuseros, los idiotas que me ven con jean y me silban, también lo poseros que por escuchar rock creen que deben hablar lisuras. Me jode todo, me jode que se me acerquen porque les gusto, no por amistad’, solía decir llena de ira.
A mí todo me parecía hermoso, que una renegada del mundo me alija a mí para transitar por esta mierda de país, como gustaba llamar a nuestra ciudad.
La amaba peor nunca se lo demostraba, pero sufría mucho cuando veía un chico que le gustaba y me comentaba entusiasmada todo lo que haría con él si le llegara a corresponder: ‘le diría para ir el fin de semana a la filmotcea, de allí a caminar y después, declamarle un poema mío, así no le guste’.
Lo mío era guardar silencio, pensar en que eso algún día iba a soñarlo pensando en mí. Pero fue viviendo con el dolor y la ternura de sentirla cerca. Creo que en el amor se obtienen fracasos y victorias en un mismo día. Se puede hacer el amor o pelear todo en 24 horas, hasta terminar la relación.
Por eso, en la mañana que me tomó del brazo y me dijo: ‘Vámonos a Cerro de Pasco. Ha cagarnos de frío, pero también a conocer como son las cosas por ese sitio que tanto miedo le tienen’, fui feliz y le respondí que cuente conmigo.
No tenía mucho dinero, apenas si había conseguido para los pasajes y como solo estaríamos el fin de semana, necesitaba para una noche de hotel y comida, después nada.
Salimos un viernes a las 10 de la noche, ella me pidió sentarse para la ventana y yo acepté. ‘me gusta mirar la oscuridad, imaginar que hay cerros, casas o plantas, eso me divierte y hace que el tiempo pase muy rápido’, me explicó.
Yo había llevado una mochila negra y comprado un kilo de manzana para la ruta, además de dos limones para comerlos en el camino.
Cuando el carro salió del terminal, las luces de los postes de Yerbateros se estrellaban con la luna y saltaba a su rostro. Le daban un brillo especial a su mejilla y su sonrisa parecía tener el reflector del mundo admirándola.
Hablamos de todo, desde sus viajes anteriores, hasta la música que amaba. También, aunque era lo más doloroso para mí, de sus ex enamorados. Me habló del penúltimo chico en su historia amorosa. Que ella no entendía como se le desaparecía en cualquier momento y ella siempre tratando de estar calmada. Hasta que no supo de él una semana y eso si la angustió. Después de renegar y maldecirlo, fue a buscarlo a la casa de sus padres y ellos, sin abrirle al puerta ni hacerla entrar a la casa sino utilizando la ventanita, le dieron la noticia que ella jamás sospechó. ‘Esta detenido en Dincote. Lo acusan de pertenecer a ‘Sendero luminoso’. Lo mejor que puedes hacer es olvidarte de él. A ti también detene3r aduciendo que eres terrorista’, le advirtió la voz de la mamá del muchacho.
Después del remezón, ella camino una cuadra y sentía que la seguían, también que los carros paraban a mirarla y ante cada luz que se acercaba, imaginaba que era el auto de la policía. Hasta que el tiempo fue avanzando, todo se hacía más tranquilo y se cruzó con la hermana del enamorado. ‘Él está bien, en un par de semanas debe salir, pero dice que por ahora no es bueno que se vean. Saldrá y cuando dejen de seguirlo, te buscará’. Ella la escuchó y le dio pena, pero ya no sentía nada por él y decidió seguir su camino sin responder. Como lo hizo hasta ahora.
Ella me miró, bostezó y me dijo que tenía sueño.
Apenas si le dije balbuceando: ‘Yo igual, que triste tu historia’.
Ella sonrió y me dijo: ‘No seas loco, no seas monse. Es algo que pasó y ni yo me pongo triste y no es justo que lo hagas tú’.
Todo estaba oscuro, el ruido del motor nos acompañaba. Casi todos dormían y yo abría los ojos con delicadeza. Su cabeza estaba sobre mi hombro y yo quería que se prendan las luces y todos crean que era mi chica y por eso dormía así. Pero era el único testigo de lo que yo venía soñando desde que la conocí. Y apoye mi cabeza y sentí su cabello y me dormí con mi mejilla sobre él.
Hacía helada, la gente se amarraba las chalinas entre sus muslos, pero nosotros seguíamos igual que al principio. Ella abrió los ojos, buscó los míos y dijo: ‘abrázame monse, me muero de frío’.
Lo hice de inmediato, se acomodó más a mi cuerpo y no decíamos nada, pasaron como cuatro minutos y su mano resbaló por mi pecho pero lo levantó de inmediato. Siguió prendida de mí y yo sin hacer ruido, para que no s evaya a despertar, pero con mis manos fijas rodeando su cuerpo.
Un bache me hizo tomarla con fuerza, pero ella ni despertó.
Perdí la noción del tiempo, creo que fueron muchas horas en esa posición. También soñé otras cosas, como que ella me besaba y yo le correspondía. También que me decía para que bajando de ese carro seamos enamorados y respondía que con mucho gusto.
Pero un grito cortó la película que mi cerebro me estaba regalando. ‘¡Llegamos!’.
La solté y al hacerlo ella despertó, me miró con dulzura. Estiró sus brazos y comentó: ’Me moría de frío, gracias pro abrigarme’. Bajando, comentó algo que me anunciaba el futuro: ‘Vamos a buscar hotel, es lo primero que debemos asegurarnos. Pero hay que pedir que nos den dos cuartos juntos’.
Entendí el mensaje, en Cerro de Pasco ella no se convertiría en mi enamorada, peor no importa. Al igual que ‘Pelusa’, que durmió abrazadito de su pelota, yo había recibido el nuevo día junto a ella, con mis manos rodeándole su cuerpo. Al puro estilo maradoniano, con mi primer amor había pasado una noche, sin hacer nada, solo soñando con lo que podíamos hacer.

8 comentarios:

  1. Hola Fer sabes me gusto, tiene tanta dulzura, tanta pureza, me habla del niño que todos llevamos dentro. del niño que se conforma con tener a la persona que ama cerca aunque esta ni cuenta se de. Me parecio un poco largo la descripcion, pero esta bueno, aun que tu sabes es otro la historia que pense que escribirias, pero eres tu el escritor y seguramente no faltara oportunidad que escribas sobre ello si a ti te pareciio importante. Un beso. Rian

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  2. ay que le pasa a ese de arriba que reniega...que ascoooo!!! a mi me encanta el Diego....Y TE LO DIGO CON EL TACO!!!!

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  3. Pucha Fer me encanto, desde que empeze a leer no pude parar, realmente capturastes mi atencion, y eso no es facil, soy muy distraida, es una historia tan tierna, que dan ganas de volverse a enamorar. besos, Fanny

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  4. sdm recordaras vochita quien era
    bueno broder me gusto la historia la forma de conectar las historias algo q aprendi en comunicaciones los famososs guiones paralelos osea dos historias q se conectan en casi similares historias o relacionadas sigue asi broder vamos por el libro busca ahi gente q te puedar dar datos la gente de los libros independientes ya sabes los under q conocemos
    un abrazoooo dale u

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  5. ...esto me recuerda mi querido escritor que siempre se abraza la ilusion, que a veces sentimos que lo que tenemos es seguro y tantas veces caimos en la verdad que no era tan asi la cosa!
    Con los 45º de Temperatura de España, me despido hasta la proxima, el de mas arriba no lo leere hasta mañana.
    Besos Dávila.

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  6. no conocia este lado leterario Chavo...me parece que te sale del alma y que escribes con el corazon....pero porque tienes que comenzar con una historia del Diego?
    Felicidades ..
    Omar Grados

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  7. Nosotros que conocemos tus dotes de escritor y sabemos lo que puedes hacer con la pluma, sigue adelante chavo no te detengas que todo el atletico esta contigo y mucho mas el real.

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